La dislexia es la dificultad de vincular, de manera automática y constante, un sonido/fonema con una letra/símbolo: Esto lleva a hacer inversiones y alteraciones en el orden de las letras al escribir y complica mucho la lectura.
Existe una dificultad en vincular audición y visión. Esta dificultad tiene como base un déficit en la conciencia fonológica y en dificultades en la orientación espacial, que devienen a su vez de una inmadurez a nivel sensomotriz.
Dificultades auditivas
La conciencia fonológica es la capacidad de discriminar (distinguir) auditivamente los distintos sonidos del habla.
Si los niños presentan dificultades a la hora de diferenciar un sonido de otro, y confunden, por ejemplo la /n/ con la /m/, también los confundirán al leer.
La mayoría de niños con dislexia no tienen una buena percepción fonológica. Confunden los sonidos a nivel perceptivo. No oyen bien y esto genera confusión a la hora de relacionar un sonido con una letra. En el cerebro no está claramente definida la representación para cada fonema.
Para mejorar la conciencia fonológica es tan importante hablar como escuchar. ya que facilita que el cerebro construya representaciones diferenciadas para cada fonema; permite hacer un mapeo exacto de cada uno, lo que es requisito indispensable para evitar o reducir la dislexia.
De ahí la importancia de reforzar tanto la percepción (escucha) como la producción del lenguaje.
También hay que apoyar el desarrollo del sentido vestibular, que es otro factor que incide en la percepción auditiva y facilita oír patrones de lenguaje.
Dificultades visuales
Los niños con dislexia también tienen dificultades en el plano visual, a la hora de orientar en el espacio las letras. La base de este problema suele estar en la inmadurez de la lateralidad y los patrones de dominancia.
Por ejemplo, las dominancias cruzadas, como ocurre cuando somos diestros de mano, de oído y de pie pero zurdos de ojo, son una dificultad añadida.
En cambio, la clara preferencia de un lado del cuerpo aporta mejor rendimiento y previene confusiones entre letras como d, b, p y g.
También un sentido vestibular maduro es fundamental para que el ojo funcione se adapte de forma óptima a las exigencias físicas de la lectura.
Tanto para la prevención como para el tratamiento de la dislexia es fundamental el abordaje desde el habla, mejorando la conciencia fonológica, y desde el movimiento, mejorando la orientación espacial, lateralidad y sentido vestibular.
Consejos para la prevenir/tratar la dislexia
Mejora la conciencia fonológica
Garantiza que el niño tenga un buen lenguaje oral a través de:
- Cantar
- Escuchar cuentos
- Recitar trabalenguas y rimas con movimiento. Sobre todas aquellas en las que un mismo fonema se repite con frecuencia y las que se hacen con lenguaje más lento que el habitual utilizado en la conversación.
Estimula el sentido vestibular
Mejoras la percepción auditiva y la movilidad del ojo si promueves que haga:
- Juegos y dinámicas que contengan balanceo, salto, giros y equilibrio:columpiarse, saltar a la comba, el elástico, patinar, la rayuela, Rimas con movimiento®️, etc.
Apoya la lateralidad
Estimula la lateralidad para garantizar una buena orientación espacial. una clara dominancia y por ende, un verdadero manejo de derecha y izquierda. Esto lo logras con:
- Juegos y dinámicas que contengan movimientos simétricos, alternos o cruzados de brazos y/o piernas, como por ejemplo juegos de palmas, rimas con movimiento, bicicleta, trepar, etc.
¿Por qué son fundamentales estas 3 claves?
Las personas con dislexia tienen un cuerpo calloso más pequeño y un lóbulo temporal menos desarrollado. Los músicos, en cambio, lo tienen más desarrollado de lo habitual. Ya esto puede darnos muchas pistas sobre cómo abordar el tema.
En el lóbulo temporal se encuentra el área de Wernicke, que junto al giro supramarginal (del lóbulo parietal) son las áreas vinculadas a la conciencia fonológica. A su vez el cuerpo calloso se desarrolla y crece a medida que se integran ambos hemisferios cerebrales, es decir, a medida que se lateralizan, que madura la lateralidad.
En los niños con dislexia también aparece sin desarrollar la corteza sensitiva y motora, la corteza premotora y la zona motriz suplementaria, áreas que se desarrollan con el movimiento a medida que los reflejos se van integrando y el movimiento se torna equilibrado y coordinado.
En cuanto a los ojos, la falta de desarrollo del sistema vestibular se nota en la rigidez de los músculos oculares, lo que provoca que los ojos no adopten la postura efectiva para leer.
Los niños con dislexia deben esforzarse tanto en controlar los movimientos de sus ojos, que pierden atención al contenido del texto que leen, lo que merma su capacidad de comprensión y retención.
Los trastornos del sistema vestibular son, de hecho, la principal causa de dificultades de aprendizaje y la mayoría de niños con dislexia presentan también una inmadurez en este parámetro. Un sentido vestibular inmaduro dificulta oír patrones de lenguaje, distinguir fonemas para luego vincularlos a un símbolo.
Estoy completamente de acuerdo con Carla Hannaford, que en su libro Aprender moviendo el cuerpo, dice:
“La falta de movimiento, falta de madurez vestibular, exceso de pantallas, exigencia de estarse quietos en la escuela, todo eso favorece la dislexia. En cambio promovemos la capacidad de discriminación auditiva y con esto la capacidad de distinguir fonemas y hablar correctamente, promoviendo qué los niños en su infancia se muevan, se comuniquen, canten y hagan rimas rítmicas y musicales. Así más adelante serán capaces de relacionar los sonidos con los símbolos y aprenderán a leer fácilmente.”
Sin duda alguna el juego libre y espontáneo unido a la música y las Rimas con movimiento®️ son ingredientes perfectos para prevenir y tratar la dislexia.