Si eres logopeda, fonoaudióloga, maestra a AL y quieres optimizar tu manera de trabajar las dificultades del lenguaje con niños, te interesarán estas 5 estrategias que utilizo en mis terapias y que también tú puedes integrar en tus sesiones.
1. Cuida tu lenguaje
Tu propio lenguaje es clave.
Las vibraciones de tu laringe hacen vibrar la laringe del niño que escucha. Háblale mirándole a los ojos, a poca distancia, de manera clara, bien articulada y lenta. Se consciente del impacto de tu lenguaje.
Transfórmate en el mejor modelo para que aprendan de ti simplemente a través de la imitación.
2. Simplicidad y repetición
Los niños necesitan simplicidad y repetición.
Incorporar las Rimas con Movimiento te ayuda mucho en este aspecto. En la mayoría de ellas se repite un fonema reiteradamente, facilitando su percepción. Además es fácil repetirlas muchas veces sin que se cansen, porque los niños las adoran y son ellos las que las piden una y otra vez.
Y son tan sencillas, que sin esfuerzo las aprenden a través de la imitación. Así consiguen experiencias de éxito, algo fundamental en el proceso terapeútico.
Tiene especial efecto repetir la misma rima al menos tres veces seguidas y durante al menos un mes.
No tengas miedo a lo simple, a lo sencillo y tampoco a la repetición.
3. Dales movimiento
El lenguaje es motricidad y por eso necesita de un buen desarrollo del mismo.
Por eso, ayudar a los niños a cumplir sus hitos de desarrollo sensomotriz, como superar reflejos y tener una buena lateralización y un sentido vestibular maduro es fundamental para ayudarles con el lenguaje.
También es indispensable ejecutar la motricidad fina. El movimiento de dedos tiene un efecto directo sobre el desarrollo del lenguaje. Incluso existen movimientos específicos que ayudan a la producción de cada fonema. Están presentes en muchas de mis Rimas con Movimiento.
4. Insúflales alegría
Evita corregirles directamente y hacer un trabajo técnico, mecánico y aburrido. Evita también que el niño tome conciencia de sus problemas.
En cambio, mantén un ambiente cálido, distendido y alegre. Ofréceles un espacio para el encuentro respetuoso, el vínculo y comunicación afectiva, porque son ingredientes esenciales para avanzar en la terapia.
5. Haz espacio a la magia y creatividad
Las sesiones terapéuticas (en este caso de logopedia/ fonoaudiología) deberían ser para el niño una experiencia mágica.
Para eso yo los envuelvo en lo que denomino El viaje fantástico. Es una estructura narrativa que permite integrar todas las pruebas, dinámicas y rimas necesarias para cumplir los objetivos, pero dentro de un marco mágico y creativo.