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Los beneficios de mecer a tu hijo

Los beneficios de mecer a los bebés son múltiples y muy importantes, incluso para su éxito en la escuela.

Movimiento para desarrollar equilibrio

Al mecerlos y balancearlos estimulas su sentido vestibular (equilibrio) y este es la base de otras muchas habilidades.

El uso del pareo en los primeros meses es enormemente beneficioso, ya que aporta al bebé mucha información afectiva y sensorial indispensable para su desarrollo. Recibe calor físico y emocional, envoltura y protección. Además, por el movimiento rítmico al caminar y el  bombeo del corazón, se estimula su sistema vestibular.

Este sistema o sentido —relacionado con el equilibrio y ubicado en el oído interno— debería estar activado al nacer el bebé. Lamentablemente hoy día, por la vida tan sedentaria, muchos bebés no reciben el estímulo correcto en la etapa prenatal, por lo que nacen con un sistema vestibular hipo-desarrollado.

Esto es grave, porque este sistema facilitará la aparición y posterior inhibición de los reflejos primitivos (concretamente el reflejo de Moro, tónico laberíntico, tónico laberíntico, asimétrico del cuello, tónico simétrico del cuello). Todos estos reflejos son responsables de dificultades en el aprendizaj, si persisten más allá de su período de vida útil.

El sistema vestibular (y algunos de estos reflejos) está muy vinculados al movimiento ocular, capacidad de convergencia (trabajo conjunto de ambos ojos), seguimiento ocular y adaptación a las distancias cerca-lejos, imprescindibles para un correcto funcionamiento de la vista al leer, copiar de la pizarra y escribir. De modo que tal vez no percibamos este déficit evolutivo hasta que el niño no se enfrenta a tareas escolares.

Además estos reflejos y el sentido vestibular son responsables de una buena postura sentados, por eso de nada sirve regañar a los niños por “comerse” el papel, sentarse torcidos, tensos etc, porque generalmente están relacionados con estos factores, y las posturas no se corrigen hasta que no tratamos el problema de base.

Cómo si esto fuera poco, un sistema vestibular hipo-desarrollado conlleva problemas en la capacidad de comprensión del lenguaje, atención, equilibrio físico y emocional, problemas de lateralidad, etc.

Cómo desarrollar el sistema vestibular

Hay ciertos movimientos y actividades que ayudan a desarrollar el sistema vestibular y a inhibir los reflejos primitivos. Son movimientos que necesitan en los primeros meses de vida (y por eso les gustan tanto):

  • Balanceo (delante-detrás, arriba-abajo, derecha –izquierda): Lo hacemos al acunar al niño, en brazos, hamaca, pareo, cuna o mecedora.
  • Rodar y girar: esto ocurre cuando el niño tiene la posibilidad de estar desde bebé, suficiente tiempo en el suelo, un ratito boca arriba, otro ratito boca abajo. A partir de ahí, y si no lo molestamos con innumerables juguetes, sonidos y demás distracciones, el bebé por el mismo aprenderá a girar solito.
  • Arrastrarse, reptar y gatear: Si el bebé tiene suficiente tiempo y calma como para estar mucho tiempo en un suelo confortable con libertad de movimientos, podrá conseguir los patrones adecuados de arrastre, reptar y gateo. Digo adecuado patrón porque a veces se desplazan de manera extraña, o se saltan una etapa, señal de que hay reflejos primitivos retenidos.
    Deberían conseguir reptar moviendo las piernas (no tipo foca) y gatear con patrón cruzado (como una vaca, no como un elefante).

Durante muchos años trabajé con niños con dificultades de aprendizaje, recapitulando estas fases a través de juegos. Sin embargo, mucho mejor es prevenir que curar.

Es imprescindible que el niño tenga posibilidad de moverse por el suelo en su primer año de vida.

Es sumamente importante no llevar a la vertical a un niño que aún no lo consiguió por sí mismo y dejarlo mucho tiempo en el suelo, sobre todo a partir de los tres meses.

Antes de esta edad el contacto con la piel materna, más aún si es prematuro, es prioritario, lo que no quita que desde el mes sea beneficioso que estén en el suelo y que después de los 3 meses siga siendo fundamental cultivar los momentos de tacto y contacto directo.

A partir de los 2 o 3 años, el parque o plaza infantil, con sus columpios, toboganes, subi-bajas y árboles para trepar, bordillos para hacer equilibrio y saltar, debería ser el gran centro de estimulación vestibular donde los niños asistieran diariamente.

A través de las Rimas con Movimiento®  podemos dar un empujoncito al desarrollo de manera amorosa y respetuosa. Según la edad utilizaremos Rimas y juegos de falda o juegos con balanceo, saltos y equilibrio.

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Sobre la autora
Tamara Chubarovsky

Soy creadora de las Rimas con Movimiento® y de Thono® (terapia holística del nombre), así como del uso del cuento como herramienta pedagógica.

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