Cada vez que escucho que un niño de educación infantil no ha podido salir al parque porque ha tenido que quedarse haciendo los deberes, me saltan todas las alarmas.
En realidad, también me saltan también cuando se trata de niños mayores.
No es que esté en contra de dar tareas para casa, pero considero que es un tema para reflexionar.
Por ejemplo, con estas preguntas:
- ¿A qué edad es importante empezar a mandar tarea para casa?
- ¿Cuáles son adecuadas según la edad?
- ¿Para qué doy esas tareas?
- ¿Es conveniente mandar deberes para los fines de semana o vacaciones?
- ¿Es conveniente poner aún más deberes a los niños más lentos o qué van retrasados en la escuela?
Aumentar la cantidad de deberes tiene un efecto contraproducente.
Tamara Chubarovsky
Porque un descanso con buena oxigenación, movimiento e interacción social es la medida por excelencia para mejorar el comportamiento y el rendimiento escolar.
En cualquier caso debemos evitar por todos los medios que un exceso de tareas prive a los niños de la posibilidad de salir fuera y airearse.
Beneficios del recreo al aire libre:
- Disminuye el agobio, sensación de encierro, estrés y frustración (aspectos que bloquean su rendimiento).
- Les da alegría y bienestar gracias al movimiento y la interacción con los otros. Y este bienestar emocional les facilita el aprendizaje.
- Les reenfoca y reenergiza su sistema nervioso, y eso hace que rindan mejor.
- Estimula la circulación sanguínea y mejora la salud física, lo que potencia su rendimiento. El cerebro necesita movimiento y oxigenación.
- La exposición al sol aporta vitamina D, mejora el sistema inmunológico y por tanto la salud. Además sube los niveles de dopamina, la hormona del bienestar emocional.
Si los niños rinden poco, si tardan demasiado en hacer las tareas y por eso se quedan sin su hora de parque, de amigos o sin recreo… entrarán en un círculo vicioso, en un callejón sin salida. Y esto es válido tanto en casa como en la escuela.
Si quieres que tus alumnos e hijos rindan mejor, únete a la campaña de desintoxicación tecnológica y fomenta al máximo que los niños se muevan y conecten con su entorno real.
Como maestra, a un niño más lento, que no trae su tarea hecha, en vez de castigarlo con aún más tareas, tantas que no pueda salir de casa, te propongo reducirles las tareas “de escritorio.” Mejor ponele de deberes salir todos los días al parque, montar en bici o patinar.
Comprobarás como esto sí le ayuda a mejorar su rendimiento intelectual.
Ideas para tareas/deberes para la casa:
- Jugar con los amigos al aire libre y de verdad (sin “maquinitas”). Según la edad será una tarea sobre todo para los padres. Los más grandes pueden compartir su experiencia en la clase a nivel oral o llevar un diario donde escriban a qué han jugado, cuánto tiempo ha sido e, incluso, cómo se han sentido.
- Moverse al aire libre conn actividades como montar en bicicleta, patinar, columpiarse, saltar a la comba etc. Estimulan el sentido vestibular, lo que ayuda a que estén más centrados y atentos. Según la edad también se puede pedir un diario escrito (no antes de los 8) o que lo compartan de forma oral (no antes de los 6).
- Hacer un dibujo libre, a puro color, sin lápiz ni goma, permitiéndoles que se expresen con libertad.
- A partir de los 9 años podemos pedirles que hagan una redacción corta describiendo un perro o gato (propio o de un vecino/amigo). O describiendo los cambios de un árbol concreto en el transcurso del año. O describiendo una flor. Es decir, descripciones que impliquen una observación atenta de un ser vivo real (no vale describir una foto…).
Es responsabilidad de los padres que los menores de 12 años tengan un buen estímulo de movimiento o de juego espontáneo cada día.
A medida que van creciendo, en la secundaria, los jóvenes deben asumir responsabilidades sobre su regulación de los momentos movimiento/quietud; estar dentro/estar fuera; estar con amigos/estar solo.
Esto es fundamental para el manejo y control de las tecnologías que es abusivo y necesita primero de la toma de conciencia de los padres y luego de los propios alumnos.
Si eres maestra, lidera el cambio desde tí, idea otro tipo de tareas para casa que ayuden a los niños a reestablecer su equilibrio emocional y mental, para qué mejoren sus parámetros de aprendizaje de esta manera, y no a base de presión.
Si eres mamá o papá, puedes relativizar los deberes, quitarles estrés y ayudarlos a hacerlas más rápido, para asegurarte de que todos los días tengan suficiente tiempo para la interacción social, la creatividad, el juego y el movimiento al aire libre.
¿Qué extraescolares puedes elegir?
Ten en cuenta ésto a la hora de elegir a qué actividades extraescolares les apuntas:
- Elige actividades físicas y creativas, como música, teatro, pintura, baile o deporte. Aunque te parezca extraño, estas actividades refuerzan más la actitud y el rendimiento escolar que saturarlos con clases de chino, informática o robótica desde pequeños
- En menores de 6 años es mucho mejor fomentar el juego espontáneo, libre, en vez de apuntarles a extraescolares.
- Evita en lo posible que hagan actividades estáticas, mentales, intelectuales y virtuales.
Recuerda, para aprender mejor los niños no necesitan más tareas o deberes.
Necesitan más experiencias positivas, reales, físicas, corporales, sensoriales, sociales y creativas.