Te dejo este artículo que hice para la UNIR – Universidad Internacional de La Rioja.
La escritora, pedagoga y terapeuta aborda en este artículo cuáles son las claves de esta dificultad en el aprendizaje de la lectura o la escritura, frecuentemente asociada con trastornos de la coordinación motora.
Tamara Chubarovsky, escritora, pedagoga y terapeuta.
La dislexia está relacionada con la dificultad de vincular, de manera automática y constante, un fonema (sonido) con un símbolo (letra) produciendo inversiones y alteraciones en el orden de las letras al escribir y complicando mucho la lectura. Suele haber un déficit en la conciencia fonológica y en la orientación espacial.
En este artículo me voy a centrar en la conciencia fonológica aportándote tres claves para trabajarla de forma sencilla tanto en casa como en la escuela o la consulta.
El objetivo es aumentar e intensificar el estímulo auditivo y que de este modo los niños dispongan de más tiempo y posibilidades para distinguir los distintos fonemas.
Para ello las claves son repetir, ralentizar y recalcar nuestro propio lenguaje. Algo que podemos realizar tanto en el habla coloquial, como en cuentos, canciones o rimas.
Concretamente a través de las Rimas con Movimiento que he desarrollado, podemos llevar a cabo estas tres claves con facilidad y de forma lúdica, sin que los niños lo vivan como un ejercicio aburrido y tedioso.
Veamos cómo y por qué hacerlo:
1. Repetir
La repetición ofrece más oportunidades para percibir un sonido. Y esta repetición puede ser a través de:
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- Un sonido que se repite mucho en una rima o trabalenguas.
Es muy habitual en este tipo de textos encontrar un cúmulo de fonemas iguales. Esto ayuda a visibilizar un sonido determinado y a la vez a distinguirlo de otros similares.
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- Repetir varias veces el mismo texto.
Algo que resulta más fácil cuando se trata de cuentos, rimas, trabalenguas o canciones, que en el habla coloquial que cambia constantemente.
Mi recomendación es seguir la fórmula 3x3x3. Es decir, repetir la rima o trabalenguas al menos tres veces cada vez que se hace. Y repetirla durante un mes, al menos tres semanas. E incluso podemos intensificar en casa la repetición con el 3x3x3: hacer la rima 3 veces seguidas, 3 veces al día durante 3 semanas.
2. Ralentizar
En los sonidos similares como /d/ y /t/ o /m/ y /n/ el patrón de frecuencia vibratoria de cada uno varía solo en milésimas de segundo que no siempre da tiempo de percibir y por tanto de hacer el correcto mapeo del fonema en el cerebro.
En el caso de muchos niños que ya presentan dificultades en la conciencia fonológica, su problema no radica en un aspecto cognitivo sino que su dificultad está vinculada al tempo.
Paula Tallal (neurocientífica cognitiva) demostró que algunos niños diagnosticados con dislexia eran más lentos al decodificar los sonidos del habla y que no oían ciertos fonemas dentro de las palabras individuales. Que su problema no era cognitivo sino un tema de tempo. Simplemente en el habla coloquial no les da tiempo a distinguir auditivamente la diferencia entre patrones similares.
Esos niños se benefician especialmente de un lenguaje ralentizado. Tallal desarrolló un programa con soporte informático que consiste en estirar los fonemas. Sin embargo, también podemos hacer esto con nuestra propia voz.
A través de rimas o canciones resulta muy natural este ralentizar del habla estirando algunos vocablos. Especialmente aquellas donde aparece un cocodrilo, tortuga o caracol, son ideales para hacer en cámara lenta. Esta lentitud también les ayuda a percibir los sinfones (Pl, Gl, Fr…).
3. Recalcar
Otra clave es ofrecer un modelo de habla bien articulado, es decir, hablar bien clarito, con una buena dicción. A través de esto también aportamos más información sobre el fonema, más resonancia y vibración.
Nuestra voz (la voz humana), es la que más estimula el oído porque es la que mayor espectro de frecuencia tiene. El sonido masterizado está simplificado, es menos rico en sutilezas y por ende estimula menos al oído infantil.
En resumen, en tu propia voz, habla y lenguaje tienes un inmenso potencial para estimular la conciencia fonológica de los niños. Basta con que amplifiques ese potencial y seas el mejor estímulo posible.
Además de incluir en las rutinas diarias rimas, canciones y cuentos, háblales no demasiado rápido, con contacto visual y cercanía física. De este modo das apoyo visual e intensificas aún más la resonancia de tu voz. Y si a esto añades reducir pantallas, mejor que mejor.
Recuerda, en tí tienes un recurso maravilloso y económico. Tu eres el recurso por excelencia.
Tamara Chubarovsky es escritora, pedagoga y terapeuta. Creadora de las ‘Rimas con Movimiento’, lleva más de 25 años atendiendo a niños con dificultades del habla, de aprendizaje y de desarrollo, así como impartiendo cursos y ponencias sobre estos temas. Es autora de libros, artículos y cursos online
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