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Música pentatónica para calmar a los niños

Descubre en qué consiste la música pentatónica, qué efectos tiene en los niños y por qué se usa tanto en la escuela Waldorf para los niños hasta los 7 años.

¿Qué es la música pentatónica?

Si no estás familiarizado con la pedagogía Waldorf, posiblemente te suene extraño esto de la música pentatónica, por eso intentaré describirla brevemente.

La escala diatónica

La escala diatónica, la que conocemos, con sus siete notas que van del DO al SI, surgió en el Renacimiento. Antes de eso, en los cantos gregorianos, en la antigua música china, egipcia, persa y también en la cultura indígena andina predominaba otra escala de cinco notas.

La escala diatónica, compuesta por intervalos de tonos enteros y semitonos, puede ser de tonalidad mayor, más radiante y alegre, o menor, más melancólica y dramática. Sus leyes son muy estrictas y en cuanto nos desviamos de ellas la melodía suena disonante, recurso muy usual en la música contemporánea.

Las leyes armónicas de la escala diatónica (tónica, dominante, subdominante) hacen que la melodía siempre tenga un claro final, quede cerrada, produciendo una sensación de llegada a tierra. Existe además una métrica muy organizada en compases, por ejemplo de 3/4, lo que promueve un ritmo marcado que enraíza.

La humanidad necesitó siglos para poder interpretar esta música diatónica. 

La escala pentatónica

Antes prefería melodías pentatónicas que invitan a la improvisación, que siempre suenan bien. Esta música nos mantiene en un estado de ensueño, leve y ligero, por no estar marcado el compás ni la armonía y carecer de finales definidos.

Rudolf Steiner sugirió que, hasta los 9 años, a los niños se les ofreciera música pentatónica. No quita que además cantemos melodías populares diatónicas. Se trata de darles la posibilidad de vivir, a través de esta música, el estado de conciencia correspondiente a su edad, que se corresponde con etapas anteriores de la humanidad, un estado aún de ensueño, más cósmico que terrenal.

Cuando estudiaba en Alemania, los profesores nos insistían mucho en la importancia de esta escala. A mi, que venía de haber estudiado en una escuela de música y en esa época disfrutaba mucho con mi guitarra cantando folklore latinoamericano, aquello de tocar la lira y el arpa y tanta suavidad en la voz, me parecía soso y aburrido.

Sin embargo, esta percepción cambió cuando tuve a mi primer hijo. Viendo a esa pequeña criaturita, de manera espontánea me empezaron a salir tonos suaves, fluidos y en escala pentatónica. Una vez que nos impregnamos de esta escala, es muy fácil improvisar con ella. Rápidamente pude comprobar sus efectos relajantes y armonizadores, tanto en mis hijos como en mis alumnos.

Estas sencillas melodías tienen además la virtud, justamente por su sencillez, de que los niños pequeños pueden aprenderlas sin esfuerzo.

Así es que te animo a cantarlas con los niños. Y si te cuenta cantar, ésta es una buena ocasión para empezar, ya que son melodías muy básicas.

La escala pentatónica que Rudolf Steiner sugiere, es la que empieza en “re” y es RE-MI-SOL-LA-SI. Vemos la ausencia de “do” y “fa”, por tanto la ausencia de los complejos intervalos de semitono.

Rudolf Steiner considera como las más armónicas a las canciones que empiezan en “la” y desde ahí se mueven hacia arriba y hacia abajo. Es la tonalidad ideal para los niños, ya que está en su ambiente y es acorde a sus voces finas y cristalinas. Las voces adultas soprano llegan a estos tonos, sin embargo para las contraltos es muchas veces un sobre esfuerzo cantar tan agudo y lleva a la frustración.

Mi tono es medio, por tanto muchas canciones del CD están un poco más bajas. Quien tenga voz soprano puede cantarlas más agudo o bajarlas un poquito si no llega. Es importante mantener una articulación delante, en la medida de lo posible, como en las Rimas con Movimiento®, sosteniendo bien la voz. Ante todo lo fundamental es mantener una actitud relajada, sencilla y alegre al cantar, ¡cantando es como se aprende a cantar!

En esta selección incluí también canciones populares (diatónicas), ya que de lo que se trata es de encontrar el equilibrio entre ayudar al niño a encarnar en su entorno, con su música y sus tradiciones populares, a la vez que le ayudamos a que este proceso no sea excesivamente abrupto, respetando su naturaleza aún angelical a través de las canciones pentatónicas.

¿Qué efecto tiene la música pentatónica en los niños?

Los que conocen las Rimas con Movimiento® estarán, tal vez, sorprendidos. Cuando hablo de las rimas siempre hablo de cómo éstas ayudan a los niños a conectar con su cuerpo. Las rimas les ayudan a controlar y ordenar sus movimientos a través de movimientos rítmicos y precisos. Les ayudan a dominar su lenguaje a través de las consonantes que son las que dan estructura al cerebro. Las rimas despiertan, ayudan a crear momentos de gran atención y concentración, favorecen el estar presentes aquí y ahora.

Las canciones pentatónicas ayudan a relajar, aquietar y crear un ambiente tranquilo.

Son ideales para conseguir la atmósfera adecuada antes o después de un cuento, o justamente en  las transiciones de las escenas de los cuentos, para poder soltar, relajar la atención y asimilar lo escuchado. L

as canciones las usamos también de fondo, mientras los niños entran, se sientan, se ponen las chaquetas, los zapatos, mientras que las rimas están presentes en momentos de atención total entre los niños y nosotros. No pueden ser utilizadas como cortina de fondo.

Las canciones pentatónicas nos exigen despegarnos del estrés y velocidad de la vida moderna e ingresar en una cadencia lenta y fluida, que resulta muy terapéutica también para el adulto.

Vemos, que ambos elementos, el musical y el rítmico recitativo deben estar presentes sin abusar de ninguno en detrimento del otro.

Encentrarás muchos ejemplos de canciones pentatónicas en el CD de mi libro  Cuentos para ver, oír y sentir Tomo I

Tamara Chubarovky, www.tamarachubarovsky.com

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Sobre la autora
Tamara Chubarovsky

Soy creadora de las Rimas con Movimiento® y de Thono® (terapia holística del nombre), así como del uso del cuento como herramienta pedagógica.

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