La importancia de “tener tacto”
El sentido del tacto es la base de la percepción de uno mismo y del otro, del tacto en el trato con los demás. El tacto es el primer canal de autopercepción. Por Rudolf Steiner sabemos que esta autopercepción es, a su vez, la base de la capacidad de percepción del otro, de facultades sociales tan importantes como la percepción de los límites y el respeto. Es también la base de la confianza y seguridad que dará pie a confiar en los demás.
Tener buen sentido del tacto a nivel corporal es la base de “tener tacto” en las relaciones humanas.
Desajustes del sentido táctil
El estilo de vida actual está llevando desajustes en la percepción de este sentido, que a su vez repercuten negativamente en el comportamiento y bienestar de los niños
. Por ejemplo hoy día cada vez más niños nacen por cesárea, privándose de esa experiencia táctil fundamental para su desarrollo. El paso por el canal del parto significa un potente masaje de presión que aporta la primera autopercepción del esquema corporal además de hacer una “puesta a punto” del sistema de percepción táctil.
Luego, a través del contacto seguro y amoroso de los adultos de referencia, el bebé sigue recibiendo información sobre sus límites y esquema corporal, siendo posible contrarrestar las falencias de un parto asistido.
Un contacto seguro le aporta confianza, seguridad, confort y bienestar. Sin embargo hoy día, la entrada prematura en guarderías y otras situaciones complejas hacen que no todos los niños tengan la suerte de recibir el suficiente estímulo táctil y afectivo.
¿Qué consecuencias tiene el desajuste de la percepción táctil?
La distorsión o inmadurez en la percepción, hace que haya niños que sufran una hipersensibilidad táctil, lo que los lleva a hiper-reaccionar ante cualquier estímulo táctil y niños con déficit en la percepción, con hiposensibilidad, que buscan constantemente estímulos táctiles intensos. En ambos casos, este desajuste de la percepción puede llevarlos a conductas irruptivas e inadecuadas como pegar y empujar. Quisiera abordar este tema, para librar de moralidad a estos comportamientos y centrarnos en comprender a estos niños y ver de qué manera podemos ayudarlos.
Los niños con hipersensibilidad táctil, suelen pegar porque se sienten constantemente amenazados y agredidos. Una simple caricia o la cercanía de otro niño pueden desencadenar una reacción de ataque defensivo. Los niños con hiposensibilidad táctil, pareciera que no les basta la cercanía del adulto para sentirse seguros y acompañados. Buscan constantemente el estímulo táctil. Tampoco se perciben a sí mismos, tendiendo a chuparse el dedo, la ropa, u objetos, para generar más percepción de sí mismos y de su entorno. También este grupo es posible que pegue o empuje, ya que ésto le aporta un rico estímulo de autopercepción…
Posibles causas
Muchas veces las conductas relacionadas con el un rechazo o búsqueda excesiva de contacto, deviene no por falta de experiencias sensoperceptivas (parto por cesárea…) sino por los comportamientos y emociones del entorno. La falta de contención (padres ausentes o excesivamente blandos), o bien padres sobreprotectores, duros o autoritarios, también provoca comportamientos inadecuados. El abuso incluso provoca un desequilibrio en la percepción táctil, que lleva a una hipersensibilidad y rechazo al contacto, o a una insensibilidad.
Hipersensibilidad táctil: Listado de comportamientos
- Evita ser tocado, aunque sí lo permite de personas muy cercanas.
- Evita que le toquen la cara, boca y pelo.
- Reacción excesiva al ser tocado desde atrás.
- Le agobia la cercanía de la gente, aunque no lo toquen.
- No le gustan que lo toquen pero puede ser un tocador (pegador) impulsivo.
- Hipersensibilidad al dolor, sobre reacciona ante golpes.
- Son niños que perciben su límite, mucho más allá de su piel, y pueden sentirse amenazados y tocados por un niño que está apacible a un metro. Entonces salen al ataque, como modo de defenderse de lo que ellos percibieron como amenaza.
- Niño inquieto y nervioso.
Hiposensibilidad táctil: Listado de comportamientos
- Tendencia a estar siempre pegado y “colgado” de los adultos, más allá de los 2 o 3 años.
- Tendencia a chuparse el dedo, la manga del jersey y en general a llevarse cosas a la boca, más allá de los 3 años.
- Hiposensibilidad ante el dolor. Está lleno de moretones y no sabe cómo ocurrieron.
- Tendencia a pegar y empujar.
- Tendencia a morderse las uñas.
¿Cómo puedes ayudarles?
Independientemente del origen del desajuste, podemos ayudar a todos estos niños, sobre todo si son menores de 6 años, a través de estímulos táctiles corporales intensos y a través de un ambiente amoroso, de contención, con buen vínculo adulto-niño.
Juegos y actividades que favorecen el tacto
- Ofrecerles lugares donde meterse y esconderse como cajas de cartón, sacos de dormir, cajones de madera, casitas de tela…
- Ofrecerles riqueza de percepciones táctiles delicadas a través de diferentes texturas en sus elementos de juego (lana, tela, metal, piedra, cartón, blando, duro, diferentes formas etc..), enriquece el sistema discriminativo (trabajo cortical) inhibiendo la actividad defensiva.
- Envolverlos bien prietos en mantas.
Actitudes del adulto que favorecen el desarrollo del tacto
- Ofrecerles momentos de contacto de calidad, centrado, directo, amoroso, aunque sea corto es mucho mejor que tocarles la cabeza de forma distraída mientras hablamos por teléfono. (Y las Rimas con Movimiento® son una oportunidad excelente para esto).
- Tener buen sentido del límite, ni sobreprotectores, ni excesivamente blandos, ni duros, ni autoritarios ni permisivos. Tener en cuenta que es tan importante el acoger como el soltar, el abrazar, como el dejarlos correr en libertad.
Rimas con Movimiento® que apoyan el sentido del tacto
Jean Ayres explica en su libro El niño y la integración sensorial como el masaje de presión profundo inhibe el sistema táctil defensivo protector, equilibrando el exceso (niño hipersensible). Sin embargo a estos niños debemos darles mucho tiempo y posibilidad de confiar en la persona que les va a hacer el masaje.
El masaje de presión es igual de útil para un niño disperso o con hiposensibilidad táctil, ya que aporta una intensa información de su esquema corporal.
En cualquier caso, los niños son más receptivos cuando hacemos este masaje a través de un juego como Rimas con Movimiento®.
Las rimas con intenso masaje de presión como Un niño hay aquí (que puedes ver aquí debajo) o El traje son muy queridas entre los niños. Otras, como Los animalitos buscan casa o Rompompóm, trabajan con el tacto discriminativo.
Las Rimas con Movimiento® de tacto intenso tienen un efecto calmante, centran, apoyan el esquema corporal y promueven el vínculo adulto-niño.