Las Rimas con movimiento® no solo tienen beneficios para la infancia.
También las personas mayores pueden usarlas y ejercitar su motricidad fina y gruesa, el lenguaje y la coordinación con alegría.
Irenela Franquís es trabajadora social y facilitadora del Método Chubarovsky entre muchas otras cosas. Lleva años utilizando las Rimas en sus dinámicas en grupos de mayores con unos resultados asombrosos.
En esta entrevista nos explica cómo lo hace, por si tú también quieres ponerlo en práctica, quizá con tus abuelos o padres.
(Debajo tienes un resumen escrito, por si prefieres leer).
Semejanzas del trabajo con niños y con ancianos
Importancia de articular bien
Cuando hablas con una buena articulación (vocalización) ayudas a las personas que empiezan a tener deficiencias auditivas a entenderte.
Ojo, que no se trata de gritar, como tantas veces ocurre.
El cambio pasa por pronunciar claramente todas las consonantes. Y así logras que te digan como a Irenela “hija, a ti si que te entiendo bien.”
La necesidad de la triple conexión
Tanto en niños como en mayores el trabajo debe estar contextualizado con el territorio donde viven y la estación del año, con lo que está pasando en ese momento en su entorno (alguna fiesta local, una noticia de actualidad…)
En los mayores esto también incluye ese revincularse con su infancia que sucede de forma espontánea y que tanto les gusta y necesitan. Lo logramos introduciendo canciones populares, cuentos, historias de su tradición…
Pasarlo bien y socializar
En ambas etapas es importantísimo que no se hagan ejercicios fríos y mecánicos, sino que haya risas y alegría en el proceso.
A nivel emocional y social las Rimas traen alegría y entusiasmo.
Ser capaces
Vemos que lo mismo que a los pequeños les cuesta y, de a poco van ganando, en las personas mayores vuelve a ser un reto y por eso las Rimas funcionan tan bien.
Esto lo favorece que no es una actividad competitiva, sino que cada uno está en su propio proceso.
«En los talleres Rítmicamente se lo pasan muy bien. Hay mucha risa.
Siempre hay algunas señoras y señores que dicen “uf, uf, no me sale, no voy tan rápido como el resto”. Y yo siempre les relajo mucho diciendo “ante el error, a reír”.»
Diferencias en el trabajo con niños y con ancianos
Explicar el porqué de cada ejercicio
En el trabajo con adultos, también con adultos mayores, tenemos que explicarles el porqué de lo que hacemos, para que comprenda cognitivamente la importancia de cada ejercicio. Que sepan que no es solo un jueguito.
Puede ser con metáforas, como por ejemplo la explicación que les da Irenela de cómo se mantienen las rutas neuronales:
«cuando estamos haciendo conexiones nuevas, vías nuevas, es como si camináramos por barrancos y hay que ir caminando con tiento y mirando las piedras. Y, de tanto hacerlo, ese camino nos resulta taaaaan conocido que se genera dentro de nosotros una carretera bien cómoda.»
O si hacen la Rima Por la tierra firme, antes les explica:
«El cerebro es la torre de control que manda la señal hasta abajo, hasta la planta del pie. Y eso vamos a estimularlo con esta Rima. Vamos a estimularlo con la buena articulación de las palabras.»
El tono de voz
Al hablar con niños pequeños de forma espontánea cambiamos la voz a una más aguda, con las personas mayores esto no es necesario.
Debemos articular bien para que nos entiendan, pero hablándoles con voz de adulto.
La excursión imaginaria
Una de las técnicas que utiliza Irenela en sus grupos es enmarcar todas las actividades en el contexto de una excursión en autobús (gira en guagua, como se dice en Canarias) a algún lugar de su entorno conocido.
«Les digo:
— “Vamos a coger la guagua y hoy tengo un sitio especial, nos vamos a ir a Valsendero”.
Ya imaginativamente tienen que irse allí y recordar qué se van a encontrar en ese lugar.
— “¿Qué hay en Valsendero?”
— “Manzanas”, dice una, “qué ricas.”
— “Pues habrá que ir abrigada porque hace un montón de frío” dice otra…
Y empezamos una recreación sensorial. “¿Qué se huele en estos barrancos?” Al incienso canario, a lavanda, a romero…” y enseguida les llega el olor solo de imaginarlo.
(Esto es interesantísimo porque sabemos que el olfato va directo al hipocampo y se están haciendo estudios sobre el Alzheimer y prevenir problemas de memoria gracias a este sentido).
Todas las actividades del día tienen que ver con lo que sucede en esos sitios o con la sonoridad del nombre.
Volver a la calma
Algo importante, sobre todo después del confinamiento y las restricciones es trabajar lo lento, porque ha quedado mucho nerviosismo y mucha tensión interna en la gente mayor.
Aflojar y ralentizar ya les resulta de gran ayuda.
Por ejemplo, la propia palabra CALMA ya es un bálsamo.
Cuando Irenela les reparte saquitos (algunas Rimas se hacen con pequeños sacos de arroz o arena) se los da poco a poco, con tranquilidad diciendo la palabra calma y se ha dado cuenta de que solo con esa acción se les cambia la presencia y la sonrisa.
Pruébalo y nos cuentas.
Por si te sirve de orientación, Irenela realiza su programa Rítmicamente una vez a la semana en centros de día de Canarias.
Cada sesión dura una hora y media y los grupos son de 20/22 personas máximo.
Su web es: https://irenela.es/