Ayuda a los niños a conciliar el sueño:
Es sumamente importante facilitar el descanso óptimo de nuestros hijos.
En la infancia el sueño largo y profundo es clave para la estabilidad emocional, el crecimiento el el aprendizaje de los niños.
En la actualidad estamos observando un aumento en las dificultades de conciliar el sueño en los niños, así como de pesadillas o desvelos nocturnos. No es extraño, si tenemos en cuenta que, el exceso de estímulos sensoriales que sobrecargan su sistema nervioso y la falta movimiento físico, ritmos y rituales en la vida cotidiana.
La neurociencia ya ha destacado las consecuencias del mal dormir en los primeros 6 años de vida y su relación con la irritabilidad e inquietud durante el día, además de la significante pérdida en sus capacidades de aprendizaje, ya que durante la noche el cerebro organiza e integra la información y percepciones recibidas durante el día.
Recomendaciones y pautas para mejorar los hábitos de sueño:
Es importante crear rituales en los momentos previos a irse a la cama. El mantenimiento de estos ritmos beneficiará de forma significativa la adquisición de la rutina que queremos instaurar: hora del baño, la cena, rima, cuento, canción. Uno de los mayores ayudantes en la crianza y educación de los niños es el ritmo. Los actos repetidos, las rutinas y ritos, nos ahorran tiempo y energía y evitan berrinches. Es fundamental crear un ambiente agradable asociado al momento de ir a dormir. Para eso los cuentos cortos y nanas, como los de Cuentos para ver, oír y sentir, son fabulosos.
Prueba dormir a tu hijo a la misma hora y con la misma secuencia de actividades, eligiendo preferentemente siempre una misma nana, canción o rima, que sirva de referencia para dormirse, pudiendo variar la persona que lo acuesta. En pocas semanas verás que el dormir no presentará conflicto.
Las imágenes audiovisuales alteran y sobreactivan la mente del niño, por lo que al menos 2 horas antes de acostarse habrá que evitarlas.
Debemos aportarle imágenes tranquilas y nobles. Narrar un sólo cuento por la noche, sin exagerar, ni dramatizar nuestra narración. Es preferible mantener un tono tranquilo y neutral. Al finalizar el cuento, es importante tener una canción o rima final que sea siempre la misma. (El arte de contar un solo cuento).
Qué actividades tuvo el niño por la tarde. ¿Salió afuera, corrió, saltó y se cansó sanamente o estuvo sentado con la tablet o móvil? El contacto con el aire libre ayuda a conciliar el sueño, mientras que las nuevas tecnologías lo dificultan. Evita sin embargo las actividades físicas estimulantes en las horas previas al sueño.
Es importante conocer las preocupaciones de nuestros niños, hablar de ellas durante el día y reducir la ansiedad.
Cuando los niños están pasados de rosca, tienen más dificultades para dormirse y duermen menos, produciéndose un círculo vicioso. Es importante revisar las rutinas.
La alimentación también influye. Los azúcares refinados no son buenos para nadie, pero hay niños especialmente sensibles a los que unas galletas con chocolate les alteran sobremanera.
Una Rima «somnífera»
Descripción: La rima empieza con gran energía, con sonidos y acciones dinámicas, sin embargo el sonido de absorber y las tres “sh” finales, producen una inmensa calma y aquietamiento, sobre todo si las decimos con esa intención. Así conseguimos una transición de la actividad a la calma, ideal para cuando el niño se va a dormir a la noche, para la siesta, o para antes de un cuento u actividad relajada.
A veces es difícil llevar a los niños de una actividad dinámica a una tranquila, no podemos forzarles a “cambiar de chip” de repente. Debemos responsabilizarnos y ofrecer actividades (una canción, una rima, un juego…), que ayuden al niño, de manera natural, a hacer ese cambio.
Sueño y salud
Dormir las horas necesarias es el primer requisito esencial para la salud, tanto durante la infancia como en durante la vida adulta. Existen ciertas variaciones individuales en la cantidad de sueño necesaria, pero no debemos permitir que el niño decida la hora de acostarse, sino que siempre deberíamos terminar el día con un agradable ritual.
Una rutina regular y constante a la hora de ir a la cama es esencial para que los niños puedan dormirse más fácilmente y su sueño sea relajante y profundo, a su vez que el niño siente que él es importante para sus padres.
Esta rutina puede ser diferente para cada familia, pero lo que sí es necesario es que la que cada quien escoja, sea la misma siempre. Así mismo puede ser realizada durante una semana por la madre y a la siguiente semana por el padre.