En 2019, hubiera dicho que en un mundo cada vez más sobrecargado, el juego es aún más importante que nunca. En 2020 y en medio de una pandemia global, repito el mismo mensaje, y por una razón similar: el juego trae alegría.
Los beneficios del juego no son ningún secreto. Mediante el juego los niños aprenden sobre el mundo y la gente que les rodea, desarrollan las habilidades para manejar sus cuerpos y emociones, y descubren quiénes son y dónde encajan en su comunidad.
Cuando nuestro mundo actual parece estar cambiando a cada minuto, donde las escuelas han adoptado la educación a distancia, los padres son despedidos o trabajan desde casa mientras cuidan y educan a sus hijos, y las reuniones sociales están limitadas o prohibidas… el juego puede parecer la última de las necesidades. Sin embargo, además de las necesidades básicas de salud y nutrición, el juego es esencial.
En lugares donde hay conflictos, desastres naturales y otros trastornos, las organizaciones trabajan para establecer espacios adaptados a los niños que les ofrezcan alivio de las preocupaciones de los adultos, permitiéndoles jugar y ser simplemente niños.
En tiempos de crisis, espacios como estos aportan normalidad a un mundo impredecible y permiten a los niños desarrollar su capacidad de recuperación y procesar los acontecimientos que les rodean a través del juego. También es una oportunidad para la conexión y la construcción de la comunidad.
¿Pero cómo crear ambientes de juego infantiles en tiempos complicados?
Reconocer la necesidad de jugar y ofrecerles oportunidades para jugar
El juego está reconocido como uno de los derechos de los niños en la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989. Cuando los niños están confinados a su casa, los cuidadores y los padres tienen la oportunidad única de ser los facilitadores del juego de sus hijos.
Recuerda que el juego debería ser:
- Libremente elegido – ellos eligen cómo, qué y con quién juegan
- Dirigido personalmente – siempre que sea posible, los niños deben tener el control de «cómo» juegan
- Intrínsecamente motivado – el juego ocurre por su propio bien y no por una meta o recompensa externa.
- En un contexto seguro – que el niño tenga la confianza de que cualquier amenaza o peligro real para ellos se ha minimizado [ejemplo. Evitar las carreteras concurridas].
Ofrecerles tiempo, espacio y materiales «indefinidos»
Los niños necesitan mucho tiempo y espacio para sumergirse en su imaginación, mover sus cuerpos y explorar su mundo.
Lugares para jugar
¡Sal y explora!
Busca opciones cerca de ti, como parques urbanos o estatales, senderos naturales, playas o espacios verdes locales, o busca agricultores locales u otros con tierras. Los terrenos variados como colinas onduladas, playas, charcos o barro, bosques y zonas de hierba ofrecen una multitud de opciones diferentes. Pequeños grupos de niños, o su unidad familiar si estás en un momento de distanciamiento social, pueden utilizar la naturaleza que les rodea para inspirar el juego.
Explora charcos o arroyos en busca de criaturas, construye fuertes con ramas caídas, crea arte con piedras u hojas. No subestimes los terrenos vacíos y grandes también.
Unos cuantos objetos de casa y un espacio abierto suelen ser suficientes para inspirar el juego. Si vives en un entorno urbano, haz lo mejor que puedas encontrando formas de explorar tu vecindario. Usar la acera, ir a la caza del tesoro o jugar a la pelota son algunas de las opciones. Hay aventura en cada ambiente.
Si tienes un patio/jardín o un terreno… ¡úsalo!
Reserva un espacio para tus hijos donde puedan mover sus cuerpos con libertad, explorar, crear con materiales y tener la libertad de hacerlo suyo (para los adultos esto puede significar tomar un gran respiro y soltar el control). Busca formas de crear una variedad de espacios que aborden las diferentes necesidades: grandes movimientos corporales (escalar, saltar, correr), áreas tranquilas y acogedoras, y espacios creativos para proyectos abiertos. Crear este espacio no necesita de mucho tiempo ni dinero.
Un rincón del patio donde tu hijo pueda cavar en la tierra, un área abierta para correr y jugar a la pelota, y una manta de picnic para jugar tranquilamente. Si no tiene un espacio abierto grande, ¡piensa en vertical! Cuelga columpios o hamacas de los árboles o usa vallas para colgar cortinas de ducha o sábanas viejas como lienzos de pintura. Las pistas de obstáculos con materiales que tengas a mano también pueden ser una opción maravillosa para los espacios más pequeños.
Si no tienes la opción de usar espacios al aire libre
¡También está bien!, con un poco de creatividad llegarás muy lejos. Puedes adaptar muchas de las opciones anteriores y crear ambientes de juego en el interior.
Encuentra formas de seguir experimentando los beneficios de la naturaleza:
- Cultivar un minijardín interior
- Cuidar algunas plantas de interior
- Instalar un comedero para pájaros
- O, por lo menos, colocar fotos de la naturaleza para mirarlas.
Encontrad formas de honrar su necesidad de jugar. Compartir el espacio interior con pequeños humanos puede plantear algunos desafíos, especialmente si producen muchos «residuos de juego». Establecer un espacio modificado donde tu hijo pueda ser la pequeña persona maravillosa y creativa que es, es la clave.
Por ejemplo, puedes usar cortinas de ducha de plástico para proteger las paredes, mesas o suelos cuando hagan proyectos de arte. Los recipientes de plástico son excelentes para hacer cajas sensoriales con cuentas de agua, arena o plastilina, y no te olvide del baño para la divertirse con las burbujas espumosas o incluso dejarles que pinten en las paredes o azulejos con pinturas lavables.
Para los rincones tranquilos, los contenedores de manta ofrecen opciones acogedoras para que los niños tengan su propio mundo, al igual que crear un hueco entre el sofá y la pared. También existe la idea de utilizar una sábana y una mesa de cocina.
Dentro de casa también es posible que los niños hagan mucho movimiento corporal… Las pistas de obstáculos interiores hacen que los niños se muevan de diversas maneras y los columpios interiores son bastante fáciles de instalar.
Materiales a utilizar
Los materiales indefinidos son los mejores, los que sin ser nada en concreto pueden ser todo.
Pueden ser transportados, alineados, rediseñados, desmontados, movidos y vueltos a montar de varias maneras. El uso de este tipo de materiales inspira la creatividad debido a sus infinitas posibilidades.
- Elementos naturales: Palos, piñas, nueces, rocas, hojas, corteza, plumas, troncos y «rodajas» de árboles, heno o paja, tierra, arena, barro.
- Reciclables: Cartón, cajas de cartón, tarros de plástico, vasos, cartones de leche/jugo, tubos de cartón, cubos, contenedores de almacenamiento y sus tapas.
- Materiales de construcción y otros desechos: Madera de diferentes longitudes y anchuras, tubos de PVC, tubos de pex, mangueras de goma, cadenas, neumáticos de vehículos, paletas de madera, lonas y plásticos de contratistas, ladrillos, baldosas, arandelas de metal o de goma, tuercas y pernos.
- Textiles: Tela, sábanas viejas, tela de lona, fieltro, lana virgen, muestras de alfombras, hilo, cuerda, soga.
- Materiales de arte: Papel, pegamento, cola caliente, cuentas, marcadores, lápices de colores, pintura, lienzo de yeso, papel de aluminio, arcilla, cinta adhesiva.
Independientemente de su ubicación, disponibilidad de espacio o economía… hay muchas maneras de fomentar el juego en la infancia.
El juego nos salva en cualquier edad
En tiempos de incertidumbre, la flexibilidad y el pensamiento creativo son la clave para crear entornos adecuados para los niños.
Podemos fomentar las experiencias de juego auténticas ofreciendo a los niños el tiempo, el espacio y los materiales para crear, explorar y mover sus cuerpos.
En una época en la que muchos de nosotros nos sentimos distanciados unos de otros, el juego puede ser lo que nos mantiene conectados. Los beneficios del juego se extienden más allá de la infancia, y encontrar maneras de jugar o ser juguetón durante el día es una poderosa forma de combatir las noticias deprimentes y los días grises.
La alegría a menudo viene de las cosas simples, el juego es una de ellas.
Autora: Colleen Christman
Original en inglés: TimberNook