Jugar con muñecas es esencial para el desarrollo infantil. Es parte de su juego casi desde que son recién nacidos.
Las muñecas ayudan al desarrollo del lenguaje, a la gestión emocional… son el arquetipo del juguete por excelencia.
La importancia de la sencillez
Para jugar un niño «sano» no necesita apenas juguetes. Con elementos muy simples es capaz de estar horas imaginando juegos y aventuras maravillosas.
Por eso, cuantos menos y más sencillos sean sus elementos de juego, mejor. (Lo mismo aplica a las muñecas).
Si en vez de tener de una habitación abarrotada de juguetes dispone de un espacio acogedor con elementos sencillos y que inviten a construir casas, a disfrazarse, a jugar a la mamá y el papá… más desplegará su fantasía e ingenio, más capaz será de concentrarse e interesarse en el juego libre.
Otra gran ventaja de tener poco es que menos tocará recoger…
La muñeca es el juguete de los juguetes
Una muñeca suave y blanda, que invita a ser abrazada, es una compañía imprescindible para los más pequeños, que incluso se irán más a gusto a dormir si van acompañados por su “querida muñeca”. Cuantos menos muñecos tengan, mayor será el vínculo que establezcan con ellos.
Los niños disfrutan enormemente al imitar con su muñeca las actividades que los adultos hacen con él. Así le dará de comer, la acostará, lavará, paseará… integrando así estas actividades.
La muñeca es un gran catalizador de las experiencias del niño. Cuando ya dispone del lenguaje, la utiliza como elemento de transferencia, expresándole a ella lo que no puede expresar a un adulto directamente. Observé a niños “regañar” a su muñeca de la misma manera que sus padres a ellos. De esta manera canalizan y transforman las emociones que no han podido digerir.
Vemos cómo además de repetir patrones negativos de sus padres, también los “reparan”, dándoles luego mucho cariñito y calor a su muñeca. También observé a niños con dificultades en el trato con los compañeros, niños con tendencia algo agresiva en relación a sus iguales, que sin embargo eran capaces de sacar ternura conmovedora en el trato con la muñeca.
A la muñeca le hablan, le cuentan, la regañan y miman, recrean y digieren situaciones familiares, recrean sus sueños y anhelos…
A través de ella se despliega el lenguaje como medio de expresión de emociones, como medio para describir acciones (mientras le dan de comer dicen “ahora te doy de comer”), como medio de comunicación y vehículo de los pensamientos emergentes.
La muñeca ideal es neutral. Verás que su rostro que no tiene una expresión definida. A lo sumo pueden tener ojos y boca pequeños. Esto hace que cumpla mejor su función ya que el niño con su imaginación y según necesidad del momento, decidirá si la muñeca está triste, enfadad, alegre…
Para los más pequeños la muñeca de una pieza, blandita y vestida es la perfecta. Sencilla y básica es apropiada desde los 0 años y puede convertirse en su favorita hasta bien mayores.
A los 4 y 5 años ya son adecuadas las muñecas de tela con brazos y piernas. Las pueden vestir de diferentes maneras, así no sólo amplían las posibilidades de juego, sino también las habilidades motrices.
Muñeca de una pieza, blandita y vestida
Mis favoritas son la muñeca de una pieza, blandita y vestida.
Materiales que necesitas
- Tela para la cabeza y las manos
- Tela para el vestido
- Lana cardada
- Tijeras, aguja e hilo
Empieza con lo que tengas
A veces toca empezar, aunque aún no lo tengamos todo tan perfecto como nos gustaría. Lo digo porque he conocido multitud de escuelas con pocos recursos, que no terminan de arrancar o abrir sus puertas por no tener todos los elementos que consideraban «ideales.»
Así que:
- Si no tienes las telas de gasa, corta una sábana con los niños y tíñela con ellos de diferentes colores.
- Si no tienes tela para hacer la muñeca, recicla: busca un vestido, toalla, jersey o camiseta que no usas y ya tienes los materiales.
- Si no tienes lana cardada, usa algodón para el relleno.
- Si no tienes cunas: cubre una cesta con una telita… y ya está la cuna lista.
Los niños no necesitan perfección, ¡atrévete y haz!
Así queda la muñeca terminada:
Dos canciones para que canten a sus muñecas
Tengo una muñeca vestida de azul con su vestidito y su canesú. La llevé a paseo y se me constipó, La tengo en la cama con mucho dolor.
Arroró mi niño, arroró mi son Arroró pedazo de mi corazón. Si este niño lindo Se quiere dormir, Viene el hada buena Le hace tin, tin tin.
El patrón para hacer las muñecas, un tutorial paso a paso en video y también en pdf con fotos lo encuentras en el taller on-line Sácale juego al juego.